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«No se puede hablar de un episodio extraordinario, aunque sí fue una tormenta fuerte muy localizada en Valladolid (en toda la provincia) y que ... en algunos puntos llegó a alcanzar niveles torrenciales», apunta de entrada el delegado territorial de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), Manuel Mora, antes de concretar que en el caso de la capital, eso sí, se recogieron en poco más de tres horas durante la tarde del martes la cantidad de lluvia esperada para todo el mes de junio.
El intenso aguacero vino provocado por una conjunción de fenómenos atmosféricos que formaron «una línea fría» que barrió la provincia de suroeste a sureste y que en el caso de la capital comenzó a descargar agua a las 18:50 horas para continuar, con el pico de intensidad más elevado concentrado en los primeros sesenta minutos, durante tres horas y veinte minutos (hasta las 22:10), un periodo en el que se registraron 26,4 litros por metro cuadrado, una cantidad que supone prácticamente la esperada para todo el mes de junio (27 litros).
Así que no es de extrañar que la ciudad, especialmente en su corazón, aunque la tormenta que la atravesó de izquierda a derecha (de este a oeste), desde Parquesol hacia el centro y luego a Pajarillos, Pilarica..., causó problemas en todos los barrios, anegará buena parte del casco urbano, sobre todo, al inicio del aguacero. El pico máximo de intensidad, con 6,8 litros por metro cuadrado en diez minutos, se alcanzó casi al inicio del episodio, entre las 19:00 y las 19:10. Y fue en esa primera hora, y especialmente durante los primeros treinta o cuarenta minutos, cuando se registró la punta de la tormenta, con 17,8 litros recogidos entre las 18:50 y las 19:50 horas.
Y después, aunque con algunos parones y con los cielos iluminados por los rayos (nada menos que 962 descargas se registraron en el conjunto de la provincia), continuó lloviendo hasta las 22:10 horas. En total se recogieron esos 26,4 litros por metro cuadrado en tres horas y veinte minutos.
¿Por qué se formó la tormenta? El meteorólogo Manuel Mora explica que durante la tarde de ayer se formó una pequeña dana, fruto de la presencia de aire frío en altura y de aire húmedo subtropical procedente del Atlántico, que sumada a las altas temperaturas en superficie causó la formación de un 'tormentón' que anegó túneles, calles, edificios y negocios por los cuatro puntos cardinales de la capital.
Y aquí la explicación técnica: «La llegada de una pequeña dana, un vórtice con aire muy frío (-16 grados a unos 5.700 m de altitud), con advección de aire subtropical húmedo de procedencia atlántica y las altas temperaturas en superficie, dio lugar a un entorno de alta inestabilidad favorable para la formación de tormentas localmente fuertes», concreta el delegado de la Aemet antes de apuntar que «el lento desplazamiento hacia el este del vórtice, la alta inestabilidad térmica y el forzamiento dinámico dio lugar a estructuras convectivas organizadas, con carácter persistente en la provincia de Valladolid, que finalmente se desplazaron hacia el sureste acompañando el desplazamiento del vórtice».
Todo ello dejó los citados 26,4 litros que colocan a la jornada del 3 de junio como la segunda más lluviosa del año. Por delante se sitúa el aguacero del pasado 22 de marzo, al paso de la borrasca Martinho, que dejó 28,6 litros (veinte de ellos concentrados en tres horas) y que también causó daños, aunque menores, en la capital.
El mayor aguacero caído en junio, con la friolera de 42,5 litros por metro cuadrado recogidos en un día, se registró en un lejano 27 de junio de 1974. Y la jornada más lluviosa de la historia reciente (del último medio siglo), con 63 litros, se vivió en un también lejano 25 de septiembre de 1982. Por detrás se sitúan los 60,6 litros del 21 de diciembre de 1989 y, en tercer lugar, mucho más cercano en el tiempo, los 60,4 litros registrados el 3 de septiembre de 2023. Todos ellos referidos a datos recogidos en la capital.
La mayor intensidad o, lo que es lo mismo, la tormenta repentina más fuerte de la historia reciente -desde que existen datos fiables- la sufrió la ciudad el 17 de septiembre de 2009, cuando se registraron 20,2 litros en diez minutos (aquella tormenta descargó 37,2 litros en total), más del triple del pico de 6,8 alcanzado ayer.
La tormenta, no obstante, dejó registros más copiosos que en la capital en distintos puntos de la provincia, encabezados por Villanubla y Olmedo. En el segundo municipio (con estación oficial de la Aemet) se alcanzó una intensidad de lluvia torrencial, con 14,8 litros por metro cuadrado recogidos en tan solo diez minutos -más del doble que en la capital-. Allí el aguacero descargó 32,4 litros en una hora (desde las 20:10 hasta las 21:10) y, en total, se recogieron 37,2 litros.
Y una situación similar se vivió en Villanubla, donde la estación de la Aemet recogió más agua aún durante la tormenta, con 46,2 litros por metro cuadrado, el mayor volumen registrado en la provincia y en toda España (en segundo lugar figuran los 37,2 de Olmedo).
En tercer lugar, en cuanto a agua recogida, se sitúa Valladolid, con esos 26,4 litros por metro cuadrado. Esa cantidad, sumada a los dos litros recogidos en los primeros días del mes, hacen que el presente junio, con 28,4 litros, supere ya la cantidad habitual esperada para todo el mes (27), conforme al periodo de referencia entre 1991 y 2020.
Y llueve sobre mojado en una capital que ya arrastraba un abundante superávit durante este 2025 y que ahora mismo suma 342,6 litros por metro cuadrado, el 54% más de lo habitual para el primer semestre completo (222,7). Esta cantidad supone a estas alturas del ejercicio el 79% de todas las precipitaciones previstas para todo el año (433,4).
¿Habrá más tormentas? Pues las previsiones de la Aemet apunta a que no, al menos, en lo que resta de semana. El anticiclón volverá a imponerse a partir desde este miércoles para dar paso a periodo de estabilidad que se prolongará, como mínimo, hasta el domingo, con las temperaturas subiendo de manera progresiva en adelante para situarse en torno a «valores habituales para la época», con máximas en torno a los 25 grados y mínimas por encima de diez, anticipa Manuel Mora antes de apuntar que la semana que viene se prevé un nuevo episodio de calor que podría disparar de nuevo el mercurio por encima de los treinta grados. Y con tanto calor, claro, podrían producirse nuevas tormentas. Pero eso ocurrirá, de ocurrir, la semana que viene.
Valladolid, de momento, finiquita hoy un periodo de cinco días de tormentas, entre el 30 de mayo y el 3 de junio, en los que se han recogido 47,2 litros por metro cuadrado, con inundaciones registradas al comienzo (el viernes se recogieron 13,4 litros) y al final del mismo (ayer cayeron otros 26,4). Esa cantidad es la habitual para meses completos como mayo o abril.
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