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Juan Díez Regidor
Tordesillas
Sábado, 7 de junio 2025, 21:33
Es difícil explicar lo ocurrido en Las Salinas. Difícil expresar, con palabras, cómo volvió a caer su equipo; cómo explicar que tras este partido el ... Tordesillas no siga su camino al ascenso. Por ello, por delante van ya las disculpas porque cualquier cosa que lean a continuación no tiene nada que ver con haberlo vivido.
El templo rojiblanco volvió a ser el de los sueños, el del corazón, el de los milagros... y el de la crueldad. Elevada a la enésima potencia para un Atlético Tordesillas que volvió a sorprender a todos pero volvió a caer y, por tanto, se despidió del ascenso a 2ª RFEF por cuarta temporada consecutiva.
Se podía imaginar el qué, pero nunca el cómo. Imposible predecir la manera. Cualquiera que hubiese planeado tal desenlace está, con perdón, para encerrar. Se podía presagiar que al Tordesillas no le daría para la machada (llegaba justo a la cita); podría pensarse que se quedaría a un gol (a veces pasa); incluso suponer que sería capaz de hacerlo (muy capaz era). Lo que pocos pensaban es que fuera a morir después de resucitar... y, sobre todo, que la vida extra durara tan poco y que diera paso a una agonía tan larga y cuyo final fue doloroso.
Los 105 minutos del partido de vuelta dieron por vencedor al Burgos B. Es el que estará en la final nacional porque marcó un gol más. Después de todo es lo que cuenta. Pero el mérito de los rojiblancos traspasa fronteras. No hoy, no este año, si no el último lustro en el que se han empeñado en llegar hasta el final. Tocó cruz, otra vez.
Dani marcó el primero; Torres el segundo; Chatún el tercero. Lo hicieron. Lo imposible, lo hicieron. Pero quedaba demasiado como para pensar que estaba (todo) hecho; como para aguantar la renta casi media hora. No dio tiempo a pensar en si defender era la mejor decisión. Georges, el tormento que se había guardado el filial burgalés para cuando el partido se pusiera cuesta arriba, hizo un destrozo.
Hasta el gol encajado fue cruel. Primero la para Farolo, después la saca un central y la tercera para dentro. Y seguía quedando mucho, como antes, para marcar solo un gol que volviera a poner al Tordesillas en la final y al campo patas arriba... lo que no quedaba era tantas fuerzas.
Atlético Tordesillas
arolo; Abraham (Villa, min. 75), Mongil, Joan (Ivi, min. 87); Fer, Abel (José, min. 86), Miguel, Samu, Dani Díez; Torres y Chatún.
3
-
1
Burgos B
Marc Monedero; Dani Ruiz, Iván Martínez, Hugo Pascual, Osama; Cantero, Lecic, Fermín; Toty (Ethan, min. 58), Menor (Irian, min. 58) y Sagredo (Georges, min. 58).
Goles 1-0 Dani Díez (min. 45). 2-0 Torres (min. 49). 3-0 Chatún (min. 58). 3-1 Fermín (min. 66).
Árbitro Pablo Gómez (Salamanca). Expulsó a Ivi (con el partido acabado y amonestó a los jugadores locales Torres y Villa y a los visitantes Osama, Hugo Pascual y Georges.
Otros datos Las Salinas. 500 espectadores.
Tampoco nada de frescura. Marchena se sacó de la manga a José de palomero y a Villa, que creyó como ninguno y entendió lo que necesitaba el partido: balones al área hasta la saciedad, decenas de remates desviados, piernas en rompan filas... hasta las del árbitro.
Ya se lesionó nada más marcar el segundo el Tordesillas y siguió. Se volvió a revisar tras la pausa de hidratación... y siguió (a terco no le gano nadie, pese a que había un cuarto árbitro, que no solo está para mosquear a los banquillos). Hasta que dijo basta. Para entonces el Burgos B volvía a tenerlo en su mano. Porque marcó la primera vez que pasó del centro del campo en una segunda parte monocolor del Tordesillas.
La primera había sido más rácana. Los locales fueron a morir, evidentemente, pero el ritmo del partido no tuvo nada que ver. Marc Monedero sacó varias, menos la de Dani Díez, que remató a placer tras un jugadón de Samu. El gol era obligatorio antes del descanso y el Tordesillas lo halló sobre las bocina.
Después, la ola rojiblanca. Cuesta comprender de dónde sacaron las fuerzas para salir así de vestuarios. A corazón pocos ganan a este Torde y su rival tembló de nervios y angustia al ver que era incapaz de sobrevivir al tornado. Muchos se preguntan qué hizo el Tordesillas para que este Burgos B fuera tan superior en la ida (igual que otros se preguntan qué hizo el Burgos B para dar otra versión tan radicalmente distinta en Las Salinas).
La carrera de Georges otorga un pase agónico. Su equipo supo sufrir a un descuento eterno, que coronó una letanía para vencedores y vencidos. Chatún quiso que hubiera otros 30. Remató a la red, con banderín arriba, cuando el cronómetro ya marcaba el 104. Había añadido 12, pero al guardameta visitante le daban calambres cada vez que su rival se acercaba al área.
Es otro final amargo, el cuarto en cuatro años. Cada uno más doloroso porque parece que no hay fútbol sin sufrimiento. Parece no, no lo hay. Las Salinas (los fieles, los de siempre, los que sí creyeron, muchos menos que en anteriores partidos) vibró con su equipo como nunca para, como canta el dicho, «perder como siempre». Y que sean las veces que hagan falta si se pierde así, porque hay muchas maneras de morir, pero si al Tordesillas le dan a elegir... se queda con esta. En 3ª RFEF (y en Copa del Rey), pero con alma.
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