
De tapas y pinchos
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De tapas y pinchos
Las bravas más originales de Valladolid están en Parque AlamedaSituado en la calle Vinos de Cigales, en el barrio de Parque Alameda, El Lagar es de esos restaurantes que ofrecen una carta diferente, poco común de ver en Valladolid, preparada para los paladares más exigentes y que buscan innovación. Al mando está Israel García, un cocinero dispuesto a darle una vuelta de tuerca a clásicas recetas como el caso de las patatas bravas, el plato que nos ha ofrecido probar en esta ocasión.
Y es que pocas tapas son más típicas en los bares de España como unas buenas bravas, con esa salsa tan característica y potente y que no pueden faltar en la carta a modo de entrante. Sin embargo, Israel se ha encargado de ofrecer a sus clientes una receta completamente diferente que, aunque mantiene su esencia, no deja de ser un plato nuevo y de mucha calidad. «Lo que hacemos es un puré cremoso con patata roja cocida» explica, una técnica compleja y que lleva tiempo ya que «tiene que reposar 24 horas en la nevera». Después, utilizan mantequilla y cebolla chalota.
«Lo metemos en un molde que tiene forma de cubos y lo dejamos unas horas en la nevera para que luego no se desmorone. Después lo desmoldamos y por encima añadimos mayonesa de mango, salsa brava ahumada de chile chipotle y crujiente de takis» concluye mientras nos muestra su impresionante emplatado, atractivo, hecho con mimo y cuyo olor pide a gritos comerlo sin pensarlo dos veces.
Bar El Lagar
Calle Calle Vinos de Cigales
Plato o bebida Patatas bravas
Precio 8,00 euros
El resultado es una exquisita y agradable explosión de varios sabores que, debido a su calidad, se pueden identificar con cada bocado. Además, las patatas son fáciles de comer, blandas y jugosas y se integran a la perfección con el resto de las elaboraciones. «Sabemos que no son las clásicas bravas, pero es una receta nueva que a la gente le encanta» explica Israel ilusionado mientras muestra el resto de su original carta.
«Para compartir, para picotear, para largo y tendido, paladares exigentes... sin pretensiones» ese es el lema de El Lagar y la forma de cocinar que tiene su dueño, una filosofía que, por ahora, le está funcionando a la perfección.
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