Valladolid

«No los conocía, lo cogieron por la espalda y lo lanzaron contra las bicicletas»

No mediaron palabra, solo un cruce de miradas. «Ellos venían de frente, se miraron y mi hijo siguió. Cuando vio que iban a por él intentó defenderse y salir corriendo, pero le dieron una patada por la espalda y lo tiraron contra las bicicletas», asegura la progenitora, que agredece que una mujer se lanzara de un taxi para «ahuyentar» a los agresores al advertirles de haber llamado a la Policía, cuando le propinaban «patadas por todo el cuerpo», según le explicaron algunos testigos a su llegada al lugar de los hechos.

Habla, pese al temor a represalias de los agresores, porque quiere limpiar la imagen de su hijo después de que trascendiera que las primeras pesquisas policiales enmarcaban la agresión en un conflicto entre bandas juveniles latinas. «Efectivamente mi hijo es colombiano pero no sabemos quiénes son ni porqué razón lo agredieron», asegura la mujer, que sí bien es conocedora de que quienes le propinaron la paliza «fueron chicos de alguna banda» según lo que le habrian trasladado los investigadores, niega el vinculo de su hijo con estos entornos.

No obstante, fuentes oficiales de la Policía apuntan a que la investigación «sigue abierta y sin autoría identificada», dado que los agresores huyeron del lugar. Los agentes, que trabajan para recabar más información, han vuelto a citar a madre e hijo para aclarar algunos aspectos relativos a la primera testifical y así poder avanzar en las diligencias. Según las mismas fuentes, fue la madre quien inicialmente apuntó ante los policías actuantes en el lugar de los hechos a la posibilidad de que el incidente estuviera relacionado a algún problema con estas bandas vinculado a una expareja, hecho que posteriormente negó. Por todo ello desconocen «si lo van a considerar un problema de bandas o un conflcito personal».

El impacto en el pecho contra las bicicletas y los sucesivos golpes y patadas una vez en el suelo obligaron a su traslado al Río Hortega, donde estuvo 24 horas en observación, al presentar un hundimiento en las costillas y todo tipo de contusiones y magulladuras.

Aquella mañana, explica, se dirigía al centro educativo para recoger una documentación que autorizaba su traslado a otro instituto, donde quiere cursar una FP. No ha vuelto a ir este lunes porque teme salir de casa después de lo sucedido. «Está muy nervioso porque, imaginate, estaba por la calle y lo agredieron sin ninguna razón, tiene miedo de salir». Un miedo compartido por madre e hijo, ante el temor que pueda volver a cruzarse con ellos y correr peor suerte. «Me he llevado un susto horrible, tengo mucho miedo de que él salga y lo cojan otra vez. El viernes fue una golpiza pero otro día puede ser una puñalada o un tiro».

De confirmarse la naturaleza del ataque, se trataria del tercer conflicto con miembros de bandas implicados en menos de un mes. A principios de mayo una reyerta en la calle Mirra se saldó con dos detenidos que se desafiaron con machetes. Los agentes indentificaron también a otra decena de individuos que portaban un arsenal de armas blancas. Días más tarde, en la madrugada del domingo 11 de mayo se producía otra pelea entre dos jóvenes en las inmediaciones de Las Moreras, que resultó con uno de ellos evacuado hasta el hospital al alcanzarle un machetazo en una mano.