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El arzobispo de Valladolid, Luis Argüello, reivindicó este martesla «experiencia positiva» que supone la exposición para su veneración de los restos de Santa Teresa en Alba de Tormes, porque «afirma con fuerza la esperanza en la transfiguración definitiva». Argüello expuso que «es verdad que el rostro se ve desfigurado, pero es lo que nos pasa en la existencia: nos desfiguramos y tenemos la esperanza en la transfiguración».
El arzobispo vallisoletano reconoció, eso sí, que la exposición pública de los restos de la Santa es «un asunto discutible» pero, ante las críticas realizadas por el obispo de Salamanca, José Luis Retana, por el posible morbo que esto pueda despertar, Argüello respondió que «cada cual vive la experiencia como lo que lleve en el corazón», informa Salamancahoy.
Así, desde su «experiencia personal» tras participar en la celebración de esta veneración en Alba de Tormes, la calificó como «positiva» por ser un motivo de «encuentro y celebración» y de «contacto con las madres y padres carmelitas», así como con «montones de personas que acudieron a la celebración y luego visitaron el templo para venerar los restos», informa Ical.
🗣 "Reconozco que es un asunto discutible. Mi #experiencia personal ha sido positiva": la #reflexión de @MonsArguello sobre la exposición pública del cuerpo incorrupto de Santa Teresa de Jesús para su veneración en Alba de Tormes (#Salamanca) pic.twitter.com/kvKoWtXWn1
— Archidiócesis de Valladolid (@archiValladolid) May 21, 2025
Al respecto de estas visitas, y sobre la proliferación de fotografías en redes sociales de los restos de la Santa, Argüello subrayó «la importancia de usar bien» las redes, pero reconoció que «en el mundo en el que vivimos, todo tiene posibilidad de ser luz y sombra», concluyendo: «Nosotros queremos apostar por todo aquello que nos dé la oportunidad de anunciar la luz».
Por último, al ser preguntado sobre las afirmaciones realizadas este pasado domingo por el obispo emérito de Alcalá de Henares, Juan Antonio Reig, precisamente en la homilía llevada a cabo en Alba de Tormes por la veneración de los restos de la Santa, en las que afirmó que la discapacidad «es herencia del pecado y del desorden de la naturaleza», Argüello contestó asegurando no conocer el asunto, por lo que no quiso opinar sobre él.
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