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Newsletter 'Ajuste de cuentas'

Una hucha por defecto

Cada vez más bancos ofrecen alternativas como el método del redondeo o herramientas como Pensumo para ayudar a ahorrar sin esfuerzo adicional

Viernes, 6 de junio 2025, 09:58

Este texto corresponde a la newsletter 'Ajuste de cuentas' donde hablamos de dinero sin tapujos, abordando pequeños hábitos del presente que nos ayudarán a hacer más fuerte, financieramente hablando, a nuestro 'yo futuro'.

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El proceso de digitalización que la banca ha acelerado en la última década puede convertirse en uno de los grandes aliados del denominado «ahorro por defecto». El concepto es sencillo; buscar una fórmula que permita generar pequeños colchones a través de hábitos cotidianos, como los pagos con tarjeta o el redondeo de las compras.

Es decir, y aunque pueda sonar contradictorio, ahorrar cuando se gasta. Sobre todo en un momento en el que el consumo se mantiene fuerte con el gasto medio por hogar al alza gracias a distintos factores. Entre ellos, el avance de la remuneración de los asalariados con la resistencia del mercado laboral, la revalorización de las pensiones o la mejor evolución de las rentas inmobiliarias o las inversiones en el mercado.

Las huchas digitales fueron especialmente importantes hace unos años en el sector bancario, en un momento en el que la capacidad del conocido como «microahorro» se veía como un negocio no menor, no tanto para ganar volumen gestionado, sino para sumar más clientes vinculados, los que más rentable resultan al sector y, por tanto, los más difíciles de conseguir.

BBVA, por ejemplo, apostó en su día por la regla del 'redondeo', con la que permitían a sus clientes destinar «las vueltas» de la compra (las cantidades hasta completar el siguiente euro) a una cuenta de ahorros, un plan de pensiones o a un fondo de inversión. La fórmula era sencilla: si paga una sudadera por 25,70 euros, los 30 céntimos hasta completar los 26 euros se transferían a esa cuenta.

Actualmente, la entidad también premia con un 6% a los clientes que deciden «apartar» una cantidad de la nómina cada mes (durante tres meses) hasta un máximo de 20 euros al mes. Por ejemplo, si ingresa 1.500 euros de la nómina en la cuenta y decide ahorrar 250 euros al mes, al principio del siguiente recibirá 15 euros adicionales (menos la retención de impuestos).

Alternativas

En el caso de las huchas digitales, el funcionamiento es similar, dependiendo todo del número de compras que se realizan (cuantas más compras, más dinero ahorrado) y del redondeo que se aplique. Cada entidad tiene sus propias reglas. Por ejemplo, en diciembre de 2024 Unicaja lanzó su hucha digital para que el cliente pueda elegir entre varias opciones. Se puede desde realizar aportaciones periódicas destinando un porcentaje de la nómina, al redondeo de las compras realizadas con tarjeta o, una operativa más original, permitir establecer un valor para los goles del equipo de fútbol seleccionado de Primera o Segunda División. Cada vez que marque, ese dinero predeterminado irá directo a la hucha.

Otras entidades también han encontrado la fórmula para convertir el consumo diario en ahorro a través de herramientas como Pensumo. Se trata de una app con la que, por cada compra que realice el usuario en uno de los comercios adheridos, un porcentaje de la misma se destina automáticamente a un plan de pensiones; en este caso, gestionado por Ibercaja Pensión.

Fue en octubre de 2024 cuando la entidad lanzó de forma oficial esta aplicación. Y a cierre de marzo contaba ya con más de 30.000 descargas y 145 minoristas adheridos. Entre ellos, Amazon, Decathlon o Primor. Su modelo se basa en la colaboración entre consumidores y comercios, que aportan un porcentaje de la compra como incentivo para fidelizar clientes. Es decir, el que compra recibe una recompensa en forma de ahorro futuro. Y el que vende, le capta y le vincula.

Aunque estas estrategias no permiten grandes volúmenes de ahorro -mucho habría que comprar para conseguirlo y, al final, lo comido por lo servido- sí pueden ayudar a generar un colchón para pequeños caprichos. No obstante, su principal ventaja es que el ahorro se produce sin esfuerzo adicional. Tal y como explican los expertos de Pensumo, no es necesario destinar parte del salario ni hacer una planificación compleja, ya que el ahorro ocurre automáticamente con cada compra.

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